La película inglesa en coproducción con Estados Unidos e Irlanda “Los espíritus de la isla” se encuentra actualmente en carteleras mexicanas. La trama se centra en la relación de amistad entre dos hombres adultos, uno mayor que el otro, la cual parece que termina sin motivos aparentes.
La película se sitúa en una isla irlandesa a inicios de los años veinte y tiene a la Guerra civil irlandesa de trasfondo. Cuenta con las actuaciones de Collin Farrell como Pádraic, Breendan Gleeson como Colm, Kerry Condon como Siobhán y Barry Keoghan como Dominic.
En general las actuaciones y caracterizaciones son carismáticas, Collin Farrell se muestra inocente y algo tonto, llegando a veces a poner en duda la edad que tiene su personaje, pues no se caracteriza como un jovencito sino como un hombre arriba de los 30 años. Breendan Gleeson se muestra como un ermitaño, algo violento y deprimido hasta el punto de percibirse como un villano, pues quiere estar lejos de su mejor amigo. Cabe destacar el trabajo de Barry Keoghan a quien conocemos por “Eternals” y “El sacrificio del ciervo sagrado”, ya que logra crear un personaje divertido a la vez que un tanto oscuro. De hecho, los 3 actores y la actriz Kerry Condon están nominados en los premios Oscar.
Si las actuaciones son destacables, es en gran parte por el buen trabajo del director Martin McDonagh quien además escribió el guion. La historia parece sencilla, un par de amigos se distancian, uno se ve deprimido y el otro es un tonto, sin embargo, pronto observamos que no es tan superficial como parece y que el contexto se ve reflejado en los personajes. Además, es interesante y divertido el retrato que se hace de un pueblo chico, en donde la intimidad no existe y parece que las vidas de sus habitantes son del dominio público.
Una película recomendable, por sus actuaciones y su guion, además de su fotografía al captar la convivencia de los humanos con la naturaleza, tanto con los paisajes de esta isla de Irlanda como con los animales que acompañan a los personajes. En conclusión, una película disfrutable, además de reflexiva sin llegar a ninguna pretensión.