Édouard Manet nació en París el 23 de enero de 1832, en una familia acomodada, hijo de un alto funcionario del gobierno. En su etapa escolar tuvo sus primeros acercamientos a la pintura y a los 16 años viaja a Río de Janeiro con el propósito de hacer la carrera de marino, aunque es rechazado por la academia naval.
Fue así que se convirtió en pintor, su trabajo inspiró el estilo impresionista, pero él se rehusó identificar su trabajo con este movimiento, aunque para muchos sin él ésta corriente no existiría. Logró una amplia influencia en la pintura francesa lo que desarrolló el arte moderno en general. Manet pintaba la vida cotidiana, buscaba retratarla por medio de amplias y simples áreas de color con una técnica de pincelada vívida.