Gracias a su serie de televisión Cosmos Carl Sagan popularizó la ciencia como quizá ningún otro científico y divulgador en el siglo XX. Además fue en escritor prolífico de textos que se convirtieron en bestsellers, gracias a los cuales desarrolló una visión de la ciencia como una forma en que se puede proveer sentido y conexión estética con el universo. Si claramente poseía las credenciales necesarias como científico, se le recuerda más como un divulgador de la ciencia, acercándola a toda la gente.
En su último libro, The Demon-Haunted World: Science as a Candle in the Dark, escrito en 1995, un año antes de su muerte y en los albores del Internet, Sagan manifiestó una notable preocupación por el estado de la cultura en su país. El libro trata una variedad de temas, desde la espiritualidad hasta la refutación de abducciones alienígenas, pero también sirve como un apasionado argumento para la ciencia y el método científico.
Sagan identificó claramente la deficiente educación científica que tenía la gente y su poco interés por mejorarla, pero sobre todo observó que los medios masivos de comunicación que existían en la época contribuían a crear un estado de ignorancia en las personas, el cual amenazaba con ir en aumento y sobre todo con el creciente auge de internet. Para su visión predominada la cultura chatarra, una cita del libro describe un futuro Estados Unidos que es bastante similar a lo que se vive actualmente.
Si bien Sagan generalmente proyectaba optimismo, la cita describe una sociedad bastante distópica, con mucha división, confusión, desconfianza de la autoridad y una brecha creciente entre los que tienen y los que no tienen y sobre todo una cultura chatarra. La cita menciona lo siguiente:
Preveo cómo será la América de la época de mis hijos o nietos: Estados Unidos será una economía de servicio e información; casi todas las industrias manufactureras clave se habrán desplazado a otros países; los temibles poderes tecnológicos estarán en manos de unos pocos y nadie que represente el interés público se podrá acercar siquiera a los asuntos importantes; la gente habrá perdido la capacidad de establecer sus prioridades o de cuestionar con conocimiento a los que ejercen la autoridad; nosotros, aferrados a nuestros cristales y consultando nerviosos nuestros horóscopos, con las facultades críticas en declive, incapaces de discernir entre lo que nos hace sentir bien y lo que es cierto, nos iremos deslizando, casi sin darnos cuenta, en la superstición y la oscuridad. La caída en la estupidez de Norteamérica se hace evidente principalmente en la lenta decadencia del contenido de los medios de comunicación, de enorme influencia, las cuñas de sonido de treinta segundos (ahora reducidas a diez o menos), la programación de nivel ínfimo, las crédulas presentaciones de pseudociencia y superstición, pero sobre todo en una especie de celebración de la ignorancia. En estos momentos, la película en vídeo que más se alquila en Estados Unidos es Dumb and Dumber. Por su parte Beavis y Butthead siguen siendo populares, e influyentes, entre los jóvenes espectadores de televisión. La moraleja más clara es que el estudio y el conocimiento —no sólo de la ciencia, sino de cualquier cosa— son prescindibles, incluso indeseables.
En todo caso, un punto que Sagan enfatizó, y que es relevante, es la “celebración de la ignorancia”, algo que tiene que ver con una forma de democracia a lo bruto en el que se defiende la igualdad de todas las opiniones, sin importar que tanto afecten o no a la gente o incluso que generen una mayor desinformación ya que se busca defender no el derecho a tener una opinión sino al relativismo extremo, lo que Sagan denomina como un “dumbing down”, es decir, que la sociedad actual se construye promediando el humo con el que se desarrolla desde la música hasta la política.
Información obtenida de: https://pijamasurf.com/ y de https://bigthink.com/hard-science/a-prophetic-1995-quote-from-carl-sagan-perfectly-describes-america-of-today/
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