Desde que los egipcios descubrieron, admiraron y cultivaron los muchos atributos maravillosos de los gatos – hace unos 4.000 años paroximadamente – los humanos han hecho de los gatos una parte importante de su cultura. Algunas sociedades los han adorado; otras los han demonizado. En algunos paises, es un crimen matar a un gato, incluso por accidente; en otros, los gatos son considerados una parte sabrosa del menú.
Los gatos han estado presentes en diferentes culturas. La diosa noruega Freyja, diosa de la fertilidad, fue representada montando un carro tirado por enormes gatos. Los hindúes creían que era necesario cuidar y alimentar al menos a un gato para extender la vida de los miembros de su familia. En Japón, la preservación de la vida se representa con el manekineko, o gato que hace señas, leyenda, que se basa en la historia de un gato que salva una vida de un rey. India tiene una diosa de la maternidad, Sasti, la cual se muestra como un gato.
Pero no siempre han sido rverenciados. En la Edad Media, durante la época de la peste, las sociedades europeas buscaban “chivos expiatorios”. Ciertas personas fueron acusadas de brujería, y de alguna manera, los gatos, especialmente los de color negro, se asociaron con el mal y la hechicería. Tanto estos gatos como sus dueños fueron condenados a muerte. En Estados Unidos, Halloween aún celebra de forma inocente al temible gato negro. Desafortunadamente también se ha sabido de cultos satánicos que torturan y sacrifican gatos tanto blancos como negros durante Halloween.
Los gatos se han encariñado con muchas culturas por su amabilidad, estilo, destreza para cazar ratones, limpieza, sentido de independencia, belleza y habilidades maternales. Uno de los aspectos más intrigantes de los gatos y la cultura es cómo el gato se ve de manera diferente al perro, a pesar de que ambos fueron domesticados originalmente en la antigüedad. Diversos estudios concluyen que no se ha domesticado a los gatos de la misma manera o con la misma intensidad que los perros. Si se dejan solos, hay una serie de teorías que plantean que los gatos volverían fácilmente al estado salvaje, mientras que los caninos no podrían adaptarse y se extinguirían.
Información tomada de: https://www.catwatchnewsletter.com
Imagen: Twitter @cat_auras