J. R. R. Tolkien construyó muchas lenguas élficas; las más conocidas son Quenya y Sindarin. Estas fueron las diversas lenguas habladas por los Elfos de la Tierra Media a medida que se desarrollaban como sociedad a través de las diferentes eras que atravesaban. En su búsqueda del realismo y debido a su amor por el lenguaje, Tolkien estaba especialmente fascinado con el desarrollo y la evolución del lenguaje a través del tiempo. Tolkien creó dos idiomas casi completamente desarrollados y una docena más en varias etapas iniciales mientras estudiaba y reproducía la forma en que el lenguaje se adapta y se transforma. Filólogo de profesión, pasó mucho tiempo en sus lenguas construidas.
Dentro de la colección de cartas que había escrito y que fueron publicadas póstumamente por su hijo, Christopher John Tolkien, el autor declaró que comenzó historias ambientadas dentro del mundo secundario, el reino de la Tierra Media, no con los personajes o la narrativa como uno asumiría, pero con un conjunto creado de idiomas. Las historias y los personajes sirven como conductos para hacer que esas lenguas cobren vida. Inventar el lenguaje siempre fue una pieza crucial para la mitología de Tolkien y la construcción del mundo. Como el dijo: La invención de las lenguas es la base. Las ‘historias’ se hicieron más para proporcionar un mundo para las lenguas que al revés. Para mí un nombre viene primero y la historia le sigue después.
Tolkien comenzó a construir su primera lengua élfica entre 1910 y 1911 mientras estaba en la Escuela Rey Eduardo en Birmingham, a la cual más tarde llamó Quenya. En ese momento, Tolkien ya estaba familiarizado con el latín, griego, italiano, español y varias lenguas germánicas antiguas, el gótico, nórdico antiguo e inglés antiguo. Él había inventado varios códigos criptográficos tales como Animalic, y dos o tres idiomas construidos incluyendo Naffarin. Luego descubrió el finlandés, que describió muchos años después como “descubrir una bodega completa llena de botellas de un vino increíble de una clase y sabor nunca probado antes. Me ha embriagado bastante”. Con lo cual fue perfeccionando sus lenguajes élficos para dar al mundo nuevos idiomas tan complejos y reales como los que se hablan actualmente.