La importancia de las vacaciones para la salud y la felicidad ha sido aceptada durante miles de años. Los antiguos griegos probablemente no inventaron las vacaciones, pero perfeccionaron la idea del turismo proporcionando servicios de calidad en festivales, sitios religiosos y aguas termales para personas que venían de diferentes partes. Por su parte, los romanos adoptaron un enfoque diferente. En lugar de recorrer ciudades extranjeras, los ricos preferían pasar las vacaciones juntos en ciudades turísticas como Pompeya, donde construyeron villas ostentosas con grandes áreas para el entretenimiento. El emperador Nerón estaba descansando en su palacio de playa en Antium, cuando el Gran Incendio de Roma estalló en el año 64.
Las vacaciones como las conocemos hoy en día comenzaron debido a tres factores importantes: el transporte, la eficiencia del trabajo y la asequibilidad. Los ferrocarriles construidos en los Estados Unidos a principios de 1800 permitieron a la gente la oportunidad de viajar más lejos en menos tiempo; a mediados de 1800, ese mismo fenómeno en México tuvo el mismo efecto, pero a principios de 1900, Henry Ford comenzó a fabricar automóviles que permitían aún más libertad para viajar. La invención del vapor contribuyó a aumentar el número de personas que cruzaban a tierras extranjeras. Los primeros vuelos comerciales comenzaron en la década de 1920 (aunque este método de transporte no se hizo popular hasta después de la Segunda Guerra Mundial), con esto crecieron las posibilidades de viajar a varias partes del mundo. A medida que mejoraban los métodos de transporte, cada vez más personas tenían acceso y capacidad para viajar.
Junto con el transporte, la reducción de la semana laboral y la industrialización de los procesos de trabajo, se permitió a los trabajadores la libertad de alejarse de la rutina diaria. Henry Ford fue uno de los primeros empleadores para ofrecer a sus trabajadores una semana laboral de cinco días. Notó que los trabajadores descansados que tenían la oportunidad de disfrutar del tiempo libre con sus familias volvían mejor descansados y eran más productivos. Otros negocios pronto siguieron su ejemplo y el “fin de semana” se convirtió en una norma cultural.
Junto con el tiempo adicional para la recreación, la revolución industrial produjo maquinaria y fábricas que mejoraron el proceso de fabricación. El trabajo se hizo más eficiente y se necesitaron menos trabajadores para completar el mismo trabajo, lo que significó que las empresas pudieran permitirse que los trabajadores se fueran de viaje sin grandes inconvenientes o disminución de la productividad. Desafortunadamente, incluso a principios del siglo XX, las vacaciones solo eran tomadas por los muy ricos. A pesar de que el transporte no era un problema, los costos de tomarse el tiempo libre del trabajo, junto con la ya baja remuneración, hizo prohibitivo para las clases medias y bajas. Las cosas continuaron así hasta después de la Segunda Guerra Mundial, cuando los empleadores comenzaron a ofrecer días libres extendidos para viajes y tiempo de esparcimiento. Hoy en día, las vacaciones son mucho más accesibles, pero todavía hay un largo camino por recorrer.
Información https://www.wsj.com/articles/the-ancient-origins-of-the-vacation-11559832732
Imagen: https://unamglobal.unam.mx/las-mejores-vacaciones-de-mi-vida/