En una reciente entrevista para la revista Vogue les preguntaban a varias Drag Queens qué significa el drag, algunas hablaban de la exageración de la femineidad llevada al maquillaje, peinado y ropa, otras hablaban de un expresión artística donde podías ser lo que quisieras una sirena, una princesa, un alien, un duende, un brócoli o un demonio que trasciende nuestra dimensión. Todo es posible en el Drag.
Para el Merriam-Webster’s Dictionary se define como una persona que se caracteriza y actúa a la usanza de un personaje de rasgos exagerados, con una intención primordialmente histriónica que se inspira de las nociones tradicionales de la identidad de género y los roles de género. Para muchos el acrónimo viene de la frase en inglés Dress as a girl y comienza como un elemento dramático en Reino Unido durante la segunda mitad del siglo XIX y derivado del trasvestimo, destinado a hacer una proyección cómica de los estándares sociales sobre el comportamiento de las personas, la aristocracia, la organización política, los roles de género, etc.
El drag fue apreciado en diversas formas del teatro de variedades del siglo XIX, en el que era habitual la presentación de sketches y obras de un solo acto en las que se hacían burlesques de elementos políticos, sociales o culturales, frecuentemente con la participación de actores disfrazados de personajes del género opuesto para intensificar la comicidad. Como elemento cómico se inició con la introducción del teatro de variedades dentro de la cultura estadounidense en la Guerra de Secesión, donde se convirtió en un elemento común en espectáculos como el vaudeville y el burlesque americano.
El teatro de variedades disminuyó su popularidad en la década de 1920 debido a la introducción masiva y doméstica de la radio y la televisión y por lo mismo el drag se fue perdiendo hasta que fue retomado en 1930 con el cabaré . En la década de 1950, en el periodo de la cultura closet los drag shows se volvieron populares en los establecimientos de clientela homosexual, como los bares gay. La estética camp comenzó a recurrir al drag para la personificación de la ironía en las artes, valiéndose del vestuario afeminado y abigarrado de figuras masculinas para formular una intención cómica dentro de la cultura masiva. Pronto se hicieron habituales los temas del camp y el drag como un elemento de explotación fílmica, convirtiéndose el drag en un elemento asociado con la cultura gay por su recurrencia en la estética camp.
Después de la cultura closet, los movimientos de liberación, sexual y la conformación del movimiento social LGBT , el drag se volvió habitual formando parte de la expresión de orgullo LGBT. En su intención histriónica, actualmente se dedican al canto, baile, playback, participando en Gay Prides, concursos de belleza y drag shows, Divine y RuPaul son de las Drag Queens más conocidas en el espectáculo, teniendo participaciones no solo en el mundo LGBT.