La participación de la ciudadanía en materia política es indispensable y necesaria para el desarrollo de todo sistema que se considere democrático. Es en este sentido, que las y los ciudadanos debemos de participar en la elección de nuestros representantes desde una perspectiva racional, es decir, tomar en consideración la trayectoria y la viabilidad de las propuestas de las y los candidatos a diferentes puestos de elección popular ya que las decisiones que ellos tomen tendrán implicaciones en el desarrollo del país y por lo tanto en nuestra vida cotidiana.
Por otra parte, cabe destacar que votar en una elección es la manera más común que utiliza la ciudadanía para participar en materia política; pero es importante comentar que existe todo un abanico de oportunidades para que las y los ciudadanos puedan incidir en la elección de sus representantes y la toma de decisiones por parte del gobierno, donde podemos encontrar entre otras acciones aquellas consideradas como tradicionales donde se podría encontrar la afiliación a un partido político, participar en una campaña electoral, promover el voto a favor o en contra de alguna candidata o candidato a algún cargo de elección popular o acciones de protesta como serían participar en una alguna marcha o manifestación.
Si nos ubicamos en México se podría decir que la participación política de la ciudadanía, por ejemplo en materia electoral, de acuerdo a las cifras proporcionadas por el Instituto Nacional Electoral (INE) donde se indica que en las elecciones federales del 2018 se tuvo una participación del 63.42% y en las del 2021 de 52.66%, se encuentra relativamente baja si se considera la relevancia de dicha participación ya que se estaría eligiendo a nuestros representantes quienes se encargan de la toma de decisiones en el gobierno y que tienen repercusión directa en los diferentes ámbitos del desarrollo del estado.
Por otra parte, si revisamos la participación política de la ciudadanía en actividades no electorales, tomando como referencia a Latinobarómetro donde se indica por ejemplo, que el 82.7% de las y los mexicanos mayores de 15 años nunca trabajaría para algún candidato o candidata ni partido político, a su vez, solamente el 16.3% a firmado una petición, el 9.6% ha participado en una manifestación autorizada y únicamente el 3.7% ha participado en una protesta no autorizada, se podría reportar que este tipo de participación es muy baja y si se compara con la electoral pareciera que el repertorio de participación de las y los mexicanos prácticamente se limita a la participación electoral que cabe destacar, y como ya se menciono, no es muy alta. En relación con lo anterior, se podría comentar que es necesaria una mayor participación política de la ciudadanía en México para el mantenimiento y desarrollo de su sistema democrático.
Juan de Dios Martínez Villarreal