Firma: Abdelkarim Chanona León
La ciencia es una de las principales ramas del saber humano para analizar e interpretar la realidad en la que vivimos. Destaca del resto de las ramas, como el arte o la filosofía, por su apego a lo materialmente comprobable para fundamentar afirmaciones y ofrecer soluciones racionales a las problemáticas de nuestro entorno. El método científico es aplicable a nuestra sociedad (ciencias sociales), a la naturaleza (ciencias naturales o exactas) o a la ejecución de la teoría científica (ciencias aplicadas).
Se suele decir que la disciplina científica en su conjunto no es especialmente atractiva para los jóvenes, no obstante, el Internet y plataformas como YouTube han demostrado todo lo contrario: diversas páginas y canales de divulgación científica han proliferado gracias al apoyo de internautas mayoritariamente jóvenes.
Si bien el creciente interés en la divulgación es aplaudible, ni todos los países presentan el mismo fenómeno ni todos los jóvenes pueden acceder a Internet. A continuación, se revisará la percepción de los jóvenes mexicanos sobre las ciencias.
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda del INEGI del año 2020, México cuenta con una población total de 126 millones de personas. El Instituto Mexicano de la Juventud considera que “jóvenes” son todos aquellos con una edad de entre 12 y 29 años. La población mexicana en ese rango de edad es de 42 millones, lo que significa que los jóvenes representan el 33.4% de la población mexicana.
El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) es el órgano autónomo de México encargado de dirigir los planes y metas relacionados con las disciplinas científicas con el último fin de fortalecerlas. Para conocer la percepción de la población mexicana respecto al interés y conocimiento científico, el CONACYT y el INEGI emprendieron la Encuesta sobre la Percepción Pública de la Ciencia y la Tecnología (ENPECYT), cuya más reciente edición fue en el 2017.
La encuesta abarca múltiples variables, por lo que no se intenta explicarla toda aquí. De un total de casi 40 millones de encuestados, sólo el 18.7% declaró haber visitado un museo de ciencia y tecnología, así como otro 10.9% afirmó haber ido al planetario.
En cuanto al consumo de divulgación, el medio más utilizado para aprender sobre ciencia fueron las revistas: el 48.7% lee semanalmente. A través de la televisión y sus programas el 26.6% acude al medio audiovisual para enterarse sobre ciencia y, por último, el 9.7% de los encuestados escucha sobre ciencia y tecnología, es decir, en la radio.
Resulta interesante que el campo que más despertó el interés de la gente sobre desarrollos científicos y tecnológicos fueron las Ciencias Sociales con un 60.8%, imponiéndose sobre la biotecnología, las ingenierías, físico-matemáticas y la química. El interés en las Ciencias Sociales sólo fueron superadas por las Humanidades y la Medicina con un 62.2% y 74.3% respectivamente. Sin embargo, tristemente la profesión de Investigador sólo fue vista como respetable por un 34.6%.
Ante un panorama no muy optimista sobre la percepción de la ciencia por parte de la población y continuos recortes de presupuesto al CONACYT, México parece mayormente desinteresado en el rubro científico.
En lo general, involucrar más a la ciudadanía en estos temas coadyuvará al desarrollo del pensamiento crítico y la exigencia a los gobiernos por una mejor calidad de vida. En lo específico, atraer a los jóvenes a las disciplinas científicas incrementa la diversidad de perspectivas, facilita la transmisión del conocimiento y descubrimientos en redes sociales y concientiza sobre su valiosa labor para construir una sociedad sostenible e innovadora.